La era Kruschev: La desestalinización,
emprendida por Nikita Kruschev en reprobación de la ola de terror impuesta por
el gobierno del antiguo líder (Stalin) y en reconocimiento de los errores de
ese gobierno en materia económica, dio paso al comienzo de una nueva era en la
Unión Soviética. Al iniciar Kruschev el camino hacia la distensión
internacional y la coexistencia pacífica con el bloque occidental, abrió el
país al exterior y lo introdujo en el mundo moderno.
La era de Brezhnev. El nuevo gobierno, dirigido desde 1964 por Leonid
Brezhnev en su calidad de secretario general del Partido Comunista, dio un
cambio de giro en política interna volviendo a restringir la libertad en vista
del fracaso experimentado por el gobierno anterior en sus intentos de
democratización social.
En política exterior, Brezhnev anunció el propósito de
continuar la coexistencia pacífica con Occidente
Otra característica de la URSS en este periodo fue el
inmovilismo del sistema, manifiesto en la escasa renovación de los cargos, de
modo que se fue produciendo un progresivo envejecimiento de la clase política.
Brezhnev se propuso fortalecer el sistema y dotar a la burocracia —la llamada nomenklatura—,
integrada por unos dos millones de personas, de una mayor estabilidad para
mejorar su prestigio.
LA LUCHA POR EL PODER
Como sucesor de Breznev fue elegido en 1982
Andropov, jefe del KGB y en este puesto conocedor de la realidad rusa, bien
diferente de la presentada en la propaganda. Sus deseos de reforma se quedaron
en proyectos, ante su temprana muerte. El aparato impuso un conservador, el
mediocre Chernenko, que cayó gravemente enfermo poco después de su elección. Y
se repitió un nuevo dilema sucesorio en marzo de 1985. Los ortodoxos, en torno
al ideólogo Romanov, intentaban que nada cambiara. Pero en el Politburó
consiguieron imponerse los reformistas, con el apoyo del influyente Gromiko. El
11 de marzo era elegido Secretario General Mijail Gorbachov, discípulo político
de Andropov.
FASES DE LA “PERESTROIKA”
Entre 1985 y -1987 la anunciada
reestructuración o perestroika se movió en una fase de tanteos, con algunas
medidas económicas que enlazaban con las adoptadas por Andropov. El momento crítico
se produjo en el XXVII Congreso del PCUS, en el cual Gorbachov consiguió
arrinconar a la vieja guardia brezneviana. A partir de ese momento, se tomaron
las primeras medidas democratizadoras y se impulsaron iniciativas para la
distensión de la vida internacional. Incluso, el mandatario reformista se
retiró durante varias semanas en 1986 para escribir su libro Perestroika. Mi
mensaje a Rusia y al mundo entero (1987), en el que explicaba su programa.
El período 1987-1989 corresponde a la
perestroika plena, con el desmontaje de las empresas estatales y las sucesivas
reformas democráticas, y, sobre todo, con el impulso de la glasnost, que supuso
la aparición de la palabra libre, de la crítica, por vez primera en la historia
del régimen. Al mismo tiempo, se modificaban las relaciones con EE UU y las
potencias occidentales para poner fin a la Guerra Fría. Frente a la doctrina
brezneviana de la “soberanía limitada” aplicada a los países satélites,
Gorbachov permitió la decisión libre de estos países para elegir su destino, y
esta política produjo la caída en cascada de los regímenes comunistas en el
otoño de 1989.
Los años 1990-91 fechan la crisis de la
perestroika. El fracaso de la reforma económica y el auge de los nacionalismos
debilitaron el proyecto de Gorbachov, ya que amenazaban la cohesión de la URSS.
La revolución de los ortodoxos (agosto de 1991) intentó parar el proceso, pero,
al fracasar, desató la revolución democrática, provocando el final del régimen
comunista y el estallido de la URSS.
El trabajo no era exactamente lo que pedí, pero reconozco que trabajaste mucho, perdoná la demora: 9
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